CIENCIA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
CIENCIA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
Reflexión docente
Desde muy temprana edad, el niño explora todo lo que lo rodea, manipulando, llevando cosas a su boca, probando. Así va descubriendo su cuerpo, los objetos y sus posibilidades. Para él no hay nada más accesible que jugar con su realidad circundante. Es en el juego donde pone a prueba sus hipótesis, y somos los docentes los responsables de proporcionarle una gran variedad de experiencias para observar y actuar sobre los objetos, construyendo así su propio conocimiento.
Como docentes, necesitamos saber el modo en que el niño se relaciona con el mundo que lo rodea, para poder estar más cerca de él y acompañarlo en la construcción de su pensamiento. Jean Piaget ubica, como núcleo central de su teoría sobre el conocimiento, al constructivismo, afirmando que el niño es el verdadero protagonista de las experiencias. Él está inmerso en un mundo que constantemente lo inquieta, lo problematiza, le plantea interrogantes. Observando, explorando, manipulando, cuestionando, hipotetizando, incorporando poco a poco nociones y conceptos sobre el mundo, es que el niño va construyendo su propia inteligencia y sus conocimientos. Es por eso que, además de “constructivismo”, Piaget habla de “interaccionismo”, pues la inteligencia se construye en la interacción con el mundo. “Inteligencia”, para Piaget, es fundamentalmente la capacidad para resolver problemas que se van planteando, y para los que hay que articular distintos medios a fin de alcanzar la meta, que no es otra que la resolución.
Los niños de edad preescolar atraviesan por una etapa importante de desarrollo mental, por lo que gran parte de los conocimientos que van adquiriendo formarán parte de su vida. Enseñar ciencia pone en juego las capacidades de observación de los pequeños, así mismo surge el planteamiento y resolución de preguntas (mediante la experimentación o la indagación por diversas vías), se elaboren explicaciones, inferencias y argumentos sustentados en las experiencias directas que les ayudan a avanzar y construir nuevos aprendizajes sobre la base de conocimientos que poseen y de la nueva información que incorporan.Recordando que también desarrollan el lenguaje, observación, expresión de dudas y su capacidad para elaborar explicaciones.
Como docentes debemos difundir el objetivo de la ciencia: hacer que nuestros niños piensen de manera racional, estimular sus actitudes científicas: observar, explorar, preguntar, hipotetizar, experimentar, investigar, razonar, concluir, desarrollar explicaciones, etc.
La enseñanza de la ciencia en el nivel preescolar plantea un enfoque de la teoría constructivista, ya que el niño es parte esencial y activa en la búsqueda de explicaciones y en la indagación que el docente plantea, proporcionándole al niño únicamente los elementos necesarios para que obtenga las respuestas sobre su medio natural. El docente debe partir siempre de las ideas previas de los niños, planteando preguntas y formulando hipótesis para que con la práctica y experimentación pueda llegar a construir el conocimiento científico, obteniendo información verídica del ¿por qué de las cosas?
Para que este conocimiento pueda darse es necesario crear en el niño un sentimiento de insatisfacción de sus saberes, alentándolo a indagar, a realizar preguntas, a explorar, a ser experimentador. Para que el niño evolucione será necesario crear un clima de confianza y respeto en el que se sienta con la confianza de preguntar y compartir sus experiencias y suposiciones.Las actividades para la enseñanza de la ciencia deberán plantearse como problemas, para que el niño descubra, profundice y llegue a conclusiones generalizadas. Los materiales que se utilicen deben permitir la participación del niño, la toma de decisiones, la autonomía, siempre considerando la seguridad que estos deben implicar.
Es importante que durante las actividades fomentemos en el niño el registro sobre las reacciones que la ciencia implica, buscando diferentes procedimientos y materiales hasta llegar a la respuesta en común. Para la enseñanza de la ciencia no debemos dejar de lado la teoría o bien la práctica, ambos aspectos se complementan, el uno depende del otro, descuidar los aspectos procedimentales o los conceptos no permitirán que el niño adquiera el conocimiento de forma clara y contundente.
En preescolar y específicamente el docente debe facilitar a los niños la adquisición de una cultura científica, que le permita comprender mejor su mundo, actuar con responsabilidad y tomar decisiones basadas en el razonamiento. La enseñanza de la ciencia favorece en los niños el desarrollo de sus capacidades como la observación, el análisis, el razonamiento, la comunicación y permite que organicen sus pensamientos de forma autónoma.
Es necesario hacer a los niños conscientes que el estudio de la ciencias no es exclusivo de los profesionales de la ciencia y que todos y a cada momento podemos llevarla a cabo; siempre con responsabilidad sobre nuestras actuaciones en el medio. En preescolar, la enseñanza de la ciencia requiere conocer al niño y partir de su innata curiosidad para orientarlo en la búsqueda de respuestas de todo aquello que lo inquieta en su entorno. Es importante considerar que el niño toma conciencia del mundo físico y biológico que lo rodea, a partir de la observación y de la exploración del medio ambiente inmediato.
A los tres años, aparecen los por qué, al no perseguir la causa mecánica de los fenómenos, el cómo no le interesa, y sus por qué son indiferenciados; éstos no tienen como propósito descubrir la causa final de los hechos, porque al no comprender las causas físicas de los mismos, él se los explica mágicamente.
Como se ha dicho anteriormente es propio del período preoperatorio el animismo resulta de una confusión o disociación entre su mundo interior o subjetivo y el universo físico. Al creer que los objetos de la naturaleza son seres animados, les atribuye vida, conciencia, voluntad, e intencionalidad.
Aparece luego la tendencia a considerar los fenómenos físicos como producto de la creación humana; el niño cree que los objetos y fenómenos que lo rodean fueron hechos por los seres humanos con propósitos específicos; atraviesa por la etapa del artificialismo (el ser humano es capaz de hacer mover la nubes); confusión del mundo interior y exterior provocada por su egocentrismo.
El aprendizaje incluye la observación, la manipulación de materiales, la relación causa y efecto, el desarrollo de los hechos y la búsqueda de soluciones para los variados problemas que se presentan.
El cuestionamiento de la realidad circundante - la necesidad de descubrirla, conocerla, tomar contacto con ella -, constituye el más sólido fundamento para la existencia de conjunto de actividades que abrirá ante el niño el camino del descubrimiento y la experimentación científica. Aproximarse, luego observar, más tarde experimentar, aseguran al niño un mayor conocimiento de la realidad, cuya organización y compresión se dará en un creciente orden de complejidad.
La dinámica del desarrollo es compleja, la formación de estructuras mentales requiere de una base emocional que anime al niño a actuar. La seguridad e independencia constituyen los elementos básicos para interactuar con el medio. La cooperación implica un proceso en el que intervienen aspectos afectivos-sociales, cognoscitivos y motores del desarrollo.
La enseñanza de la ciencia en el jardín de niños comprende la exploración del mundo circundante, el descubrimiento de la realidad y su vivencia plena. El acercamiento a la ciencia no es un acopiar datos, ni proponerse ambiciosas metas que lleven a una pretendida erudición; sino que es un diario despertar del niño a los llamados y revelaciones del mundo en el que vive.
Ser maestro no es una tarea sencilla, pues cumplimos una función social y educativa determinante para el desarrollo científico, tecnológico y cultural de nuestro país, así como en la formación de una actitud crítica y propositiva en los educandos.
Educar para transformar, en un mundo dinámico y complejo, deposita en la educación la difícil misión de acercar al niño el camino del descubrimiento de la ciencia.
Ingrid Castro Suárez